The Life List y el arte de redescubrirse
- Valentina C. Villada
- 3 abr
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 abr
Querido lector,
El fin de semana decidí ver The Life List (en español, Mi lista de deseos), una de las películas más recientes de Netflix. La historia sigue a Alex Rose, una profesora desempleada que, tras la muerte de su madre, descubre que debe completar una lista de sueños que escribió cuando tenía 13 años para poder recibir su herencia.

Nunca imaginé sentirme tan identificada con un personaje como con Alex. Al inicio de la película, nos muestran cómo, tras perder su trabajo como profesora, decide unirse a la empresa de su madre. Curiosamente, es una situación que también estoy viviendo. Aunque ella insiste en que está bien con su nueva rutina, su madre sabe que solo está cómoda, pero no realmente feliz. Y eso… también me resuena.
A lo largo de la historia, Alex se enfrenta a desafíos que la obligan a redescubrirse, a enfrentar secretos familiares y, en el proceso, a encontrar un amor inesperado. Más allá de la trama, la película me dejó reflexionando sobre lo fácil que es conformarse con lo seguro y olvidar los sueños que alguna vez tuvimos.
Cuando tenía unos 14 o 15 años, también escribí mi propia lista de deseos (cosas que quería hacer antes de morir). En ese momento, estaba llena de sueños y expectativas sobre lo que quería lograr, las experiencias que quería vivir y la persona en la que quería convertirme. Pero, al igual que Alex, la vida me fue dando lecciones de realidad, haciendo que dejara atrás muchos de esos sueños. No porque los hubiera olvidado, sino porque las circunstancias me hicieron ver que no todo es tan fácil como lo imaginaba.
También me vi reflejada en la incertidumbre de Alex con su carrera. Amo lo que hago, pero no he encontrado la oportunidad que realmente me haga sentir plena. A veces, parece que estoy siguiendo el camino correcto, pero en otras ocasiones siento que estoy dando vueltas sin encontrar un destino claro. Es frustrante amar tu profesión y, al mismo tiempo, sentir que algo falta, que aún no has encontrado el lugar donde realmente encajas.
Y aunque mi mamá sigue conmigo, me identifiqué profundamente con la pérdida de Alex. Yo también he perdido personas importantes en mi vida, y a veces lo único que deseo es volver a tenerlas cerca, escuchar su voz una vez más, recibir su consejo, que me guíen para convertirme en la mejor versión de mí misma. Pero el duelo no es sencillo. Hay días en los que pesa más que otros, en los que me cuesta avanzar sin ellos, y en los que, como Alex, desearía que la vida me diera una señal de que todo va a estar bien.
Al final, The Life List me dejó pensando en lo fácil que es dejar que la vida nos lleve por inercia, olvidando los sueños que alguna vez nos hicieron brillar. Pero también me recordó que nunca es tarde para retomarlos, para replantearnos lo que queremos y atrevernos a buscar aquello que nos haga realmente felices. La comodidad puede ser tentadora, pero ¿qué pasaría si nos diéramos la oportunidad de ir más allá?
También me hizo reflexionar sobre el duelo y cómo, aunque nunca dejamos de extrañar a quienes hemos perdido, podemos honrar su memoria viviendo la vida que querrían para nosotros. Tal vez no tengamos todas las respuestas ni un mapa claro de hacia dónde ir, pero dar un paso a la vez ya es un acto de valentía.
Así que hoy quiero invitarte a que busques tu vieja lista de sueños o que escribas una nueva. ¿Qué deseos dejaste en pausa? ¿Qué te impide perseguirlos? A veces, solo necesitamos recordar qué era lo que realmente queríamos antes de que el miedo o la rutina nos hicieran dudar. ¿Te atreves a hacerlo?
Con cariño, desde la playa,
Valentina C. Villada.
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